XI

Sofía se vuelve loca y empieza a llorar y a gritar tomando entre sus manos aquellas tiras de tocino que hasta ayer eran su hermana y sus dos sobrinas. Yo contemplo la escena y por un demonio, no sé como reaccionar, que se hace en estos casos, cuando la chica a la que te follas descubre que sus seres queridos están en su departamento hechos un verdadero amasijo de toda la mierda que uno tiene dentro de la piel. esto si que me pone jodidamente encabronado. Necesito Tropibailable, o un poco de la dama-blanca

-Perrojo, vete de aquí en este instante - Me dice ella, ya más calmada - debo encontrar al bastardo que hizo esto, creo que me haré un hermoso abrigo de cuero cuando termine de sacarle el pellejo a ese maldito malnacido, hijo de la vagina asquerosa de una puta barata que lo mal parió en la carcel.

Le doy un beso que no me responde (Perra) y salgo de la casa. Sofía vive en un barrio bien en el sector oriente de ciudad nueva, cerca de las casas más acomodadas de todo este maldito lugar, al cruzar la barrera de seguridad de su villa, mato a los dos guardias que están fumando afuera de la caseta y mi Chevy Impala empieza a volar por las calles de Ciudad nueva.

Sofía, nena, juro que encontraré al bastardo que hizo eso con Valentina y las pequeñas, te los llevaré a tus pies y luego todo será un maravilloso espectáculo. El arte es una mierda, pero con lo que está dentro de esos cabrones pintaré un cuadro muy-muy-surrealista.